- Alejandra Brenes Gutiérrez
- 22 jul
- 5 Min. de lectura
Oaxaca es un territorio de contrastes
Pensar en Oaxaca como destino es pensar en la belleza de México. Este estado es cuna de diversidad gastro-cultural, natural y arqueológica. Es mucha memoria humana en un solo lugar.

La belleza es una trampa, sobre todo cuando la misma es lastimada por el adjetivo.
En México habita gran parte de la herencia y raíz de lo que somos como mesoamericanos. Oaxaca, como muchos otros estados, es un templo precolombino de importantes culturas como la Mixteca y la Zapoteca, de zonas arqueológicas surrealistas como Mitla, Monte Albán, Cerro de las Minas, Yagul, Cerro de la Campana, entre muchas otras. Sin embargo, detrás de esta belleza se esconden realidades: el aumento de los precios de la vivienda, la transformación de barrios tradicionales hacia el turismo, el incremento del costo de vida para el local y el desplazamiento del mismo. Es el efecto inevitable de la gentrificación. Todo ello se combina con un cambio climático ya muy conversado y alarmante, la escasez de agua y las fuertes sequías. Oaxaca cuenta con un extenso sistema hidrológico, sin embargo, en 2021-2022 enfrentó una de las sequías más graves provocadas por el fenómeno de La Niña.
Es en este contexto donde surge la conversación con Jorge León, cocinero y propietario de Alfonsina, quien ha tomado una postura clara:
“No hablemos de sostenibilidad, a veces suena demasiado trillado, hablemos de cuáles son tus acciones responsables como cocinero.” Recalcó Jorge al iniciar la entrevista.
En tiempos donde muchos proyectos adoptan el discurso ambiental como una estrategia de marketing, Jorge y Claudia no buscan adornar su cocina con etiquetas como “verde” o “sostenible”. Ellos prefieren hablar de lo que realmente importa: las acciones responsables. Alfonsina es una respuesta directa al greenwashing que impera en el sector gastronómico.

Donde conceptos como pesca fresca, cocina orgánica o producto local muchas veces se vacían de contenido y se convierten en clichés. Aquí, cada decisión —desde el uso del agua hasta el trato con los pescadores— es un acto consciente. No hay etiquetas, solo prácticas reales y medibles que regeneran ecosistemas y construyen un modelo digno de ser replicado.
Alfonsina no es simplemente un restaurante. Es un proyecto alimentario que entrelaza tradición familiar con responsabilidad ambiental y trazabilidad alimentaria. Fundado hace siete años por el chef Jorge León, quien decidió quedarse en San Juan Bautista de la Raya gracias a la resistencia de su madre Elvia, el proyecto tomó mayor fuerza cuando Claudia, su esposa y compañera de vida, se unió al mismo hace más de cuatro años.
“Vimos Alfonsina como una plataforma para hacer acciones responsables y empezar a reducir el impacto negativo en el medio ambiente con nuestra operación del día a día.” – Claudia De La Parra
Desde su fundación, Alfonsina apostó por el uso exclusivo de ingredientes locales, con una trazabilidad rigurosa. Con la llegada de Claudia, el proyecto se transformó aún más: se convirtió en un espacio educativo y ambiental desde la cocina misma.

“Nuestra operación no es lineal, es circular. Tratamos de ver el ciclo completo de todo lo que usamos y desechamos. Comenta Claudia.
Frente a la crisis hídrica en Oaxaca, Alfonsina implementó un sistema integral de manejo del agua: baños secos composteros, captación de agua de lluvia, pozos de infiltración, biofiltros para reutilizar aguas grises, y un tren de lavado que minimiza el desperdicio hídrico.
La gestión de residuos es otro eje clave: utilizan taras reutilizables para las compras, eliminaron el uso de papel film y aluminio, y sustituyeron botellas de vidrio por barriles reutilizables para cerveza, agua carbonatada y vino. Las compras se planifican con base en las reservas diarias, minimizando el desperdicio de alimentos, mientras que los residuos orgánicos se compostan o

deshidratan para su uso en baños secos.
Costa Pesca: el respeto al mar
El compromiso de Alfonsina con la sostenibilidad no se limita a la tierra. Jorge León lidera el proyecto Costa Pesca, una iniciativa enfocada en el respeto al mar y sus especies, buscando brindar un producto de calidad. La pesca, para Jorge, es un acto consciente, respetuoso y regenerativo. Trabaja directamente con familias pescadoras en la costa de Oaxaca y Guerrero, aplicando técnicas de captura responsables y promoviendo un aprovechamiento integral del producto.
“En Costa Pesca creemos más en el sacrificio correcto. Todo pescado debe oler a mar, no a sufrimiento.” – Jorge León.
El proyecto apuesta por la pesca con anzuelo, el sacrificio correcto (utilizando técnicas que evitan el sufrimiento y mejoran la calidad del producto) y el uso completo del pescado, transformando incluso los residuos en biofertilizantes.
En Alfonsina, la proteína animal se ha reducido drásticamente. La poca que utilizan proviene de animales de patio criados por la familia de Jorge en la Mixteca. El aceite es el único producto industrial que emplean. Han eliminado el azúcar refinado y utilizan caña fresca extraída manualmente, miel y panela.

Este enfoque no solo transforma la cocina, sino que educa el paladar y reconfigura los hábitos de consumo.
“Ser sostenible es más caro y más complejo, pero es una necesidad.” – Jorge León
Claudia y Jorge consideran Alfonsina como un sistema vivo, en aprendizaje y mejora constante. Su objetivo es claro: educar, especialmente a las nuevas generaciones, para demostrar que otra gastronomía es posible.
Ubicado en una de las regiones más ricas cultural y biológicamente de América Latina, Alfonsina representa un modelo replicable de transformación desde la gastronomía. No es solo un restaurante: es un espacio donde se cultiva conciencia, se regeneran recursos y se conectan saberes ancestrales con acciones posibles.
Desde Gastronomy Research LATAM reconocemos el valor de proyectos como Alfonsina, que integran investigación, acción y coherencia, posicionando a la cocina latinoamericana como una herramienta poderosa para el cambio.
No es fácil tomar una decisión que accione los principios de la sostenibilidad, se tiene que lidiar con la realidad del mercado, con la estrategia de las marcas, sin embargo, el intercambio de conocimiento , el mostrar mejores caminos, los diálogos abiertos y el ser claro con las posturas es un movimiento, que genera mejores y mayores actos de consciencia, creando una expansión del pensar donde todos nos sintamos incómodos, tengamos conversaciones incómodas y logremos re pensar nuestras acciones responsables.
Este es el camino que eligió Alfonsina, Jorge y Claudia fueron claros: “Para nosotros es un estilo de vida, que no necesariamente es para todos, pero si debemos ser parte de construir nuevos objetivos y repensar como podemos hacerlo mejor”
Alianzas estratégicas
Algunos de los proyectos que han acompañado el desarrollo de Alfonsina son: Vinos Naturales de Tierra Peña (Querétaro), Capucha Cervecería, Terreno Familiar, WCEco y el Consejo Cervecero Oaxaqueño.